: cinismo y misoginia
en la LXI legislatura




La LXI Legislatura de la Cámara de Diputados se estrenó en sus labores con un acto cínico y vitando a las pocas horas de tomar protesta en algo que podría definirse como la inminente juanitización de la Cámara. Hasta este momento, 10 diputados renunciaron para regalar su puesto a sus suplentes y obedecer con ello a sus acuerdos previos corporativos, de grupos o familiares. De éstos, 8 eran diputadas de varios partidos que renunciaron al instante (una vez zanjada y cubierta la cuota de género de sus partidos y/o del COFIPE) y entregaron su curul a sus respectivos suplentes varones, una de ellas a su marido, otra a su cuñado, otra a su jefe, otra más a su hermano... Una simulación. Una farsa. Un menosprecio estratégico y fraudulento a los valores democráticos que supuestamente proclaman esos mismos partidos en sus estatutos. Y se prevé que estos enroques continúen en los próximos días. Los partidos políticos no entendieron las señales de repudio que les enviamos miles de votantes en las pasadas elecciones. Continúan creyéndose los dueños de los votos de los ciudadanos. Y no lo son. Pero actúan en consecuencia, sin vergüenza y sin escrúpulos, en contra incluso de los propios principios rectores e ideológicos comprendidos en sus plataformas. Partido Verde, PAN, PRI, PRD, PT, Convergencia, PANAL... No importa que presuman ser de izquierda o derecha, incluso de ser “socialdemócratas” como el PRI (mientras han sido la segunda fuerza después del PAN que está impulsando por todo el país leyes retrógradas que penalizan a las mujeres que deciden abortar, incluso si el producto es consecuencia de una violación: al menos 20 años de lucha y avances en cuestiones de género borrados de un plumazo) o “ecologistas” como el Verde (partido familiar que finge querer salvar la vida en el mundo pero cuyo estandarte de campaña pasado fue la pena de muerte). Lo que vimos en estos días se esperaba de ellos, pero quizá por congruencia interna un poco menos de la supuesta izquierda que presume representar el PT y el PRD (aunque a mí siempre me han parecido de la misma calaña que el PRI). La presente cámara será una cámara de suplentes. Una cámara de farsantes. Una cámara séptica.

Las cuotas de género suponen una acción afirmativa que pretende empoderar a las mujeres dentro de los espacios de toma de decisiones. Dichas acciones son mecanismos necesarios, urgentes, dentro del sistema androcéntrico y patriarcal bajo el que siguen operando las cúpulas de poder en este país, lo mismo que en prácticamente cualquier otro ámbito. Sin embargo, para nuestros políticos, imposibilitados a ver más allá de sus privilegios y ambiciones, eso no significa nada más que un estorbo. Yo lo he visto. Un escalón fastidioso que deben sortear antes de hacerse con el poder. Una farsa. Todo es una farsa. Cada día me suena más afinada la frase que está oyéndose por todo el país: “Estallido Social”.



Photobucket



VIERNES 04 DE SEPTIEMBRE DE 2009
andrea.merlos@eluniversal.com.mx
alberto.morales@eluniversal.com.mx

Piden cese de perredistas que 'quitan' curul a mujeres. Juan Carlos Flores, dirigente de la corriente Foro Nuevo Sol, califica como una 'vergüenza' que Carlos Esquinca se haya prestado a una maniobra así para llegar a San Lázaro. En el PRI y PVEM hubo también maniobras de este tipo.

En la segunda sesión de la 61 Legislatura de la Cámara de Diputados —a tan sólo 120 horas de haber rendido protesta en el Congreso de la Unión—, ocho mujeres de cuatro partidos políticos solicitaron licencia para permitir la llegada de sus suplentes, la mayoría del sexo masculino. Otros dos legisladores varones también pidieron serretirados del cargo.

Además, con ese intercambio algunos institutos políticos como el Verde Ecologista de México (PVEM) cumplen con cuotas partidistas, al entregar una curul a personas relacionadas con televisoras, el sector empresarial, líderes sociales, esposos y hermanos. Es el caso de María Ivette Ezeta Salcedo, del PVEM, quien rindió protesta como diputada federal el 29 de agosto pasado, cargo que pretendió abandonar ayer para entregárselo a su hermano, Carlos Ezeta, quien fuera consejero de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) y allegado de la directiva de Televisa. Kattia Garza Romo, también del Partido Verde, dejaría la curul a su esposo, Guillermo Cueva Sada. Ambos son empresarios.

Históricamente cada tres años las bancadas hacen movimientos tempranos en San Lázaro para resarcir los lugares previstos para hombres y que tuvieron que dárselos de inicio a una mujer para cumplir con la cuota legal de género.


Voces en contra

Las diputadas federales que solicitaron licencia en su mayoría son del PVEM, entre ellas Carolina García, Mariana Ivette Ezeta, Laura Elena Ledezma y Kattia Garza; dos del PRI: Yulma Rocha y Ana María Rojas; por el PRD, Olga Luz Espinoza, y por el PT, Anel Nava Pérez.

El tema siempre había sido avalado en San Lázaro; sin embargo, en esta legislatura mujeres diputadas, principalmente del PAN y PRD, levantaron la voz en contra de lo que consideran un abuso de los partidos hacia las mujeres que se dedican a la política. Consideraron “vergonzoso, ilegal, mañoso, inmoral y poco ético” que se pretenda aparentar la llegada de una mujer a San Lázaro cuando la verdadera intención es que ésta le deje un lugar a un varón que no ganó su cargo en las urnas.

Recriminaron el uso que hicieron los cuatro partidos para garantizar la equidad de género a la hora de proponer sus candidaturas, cumplir con lo establecido por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) y posteriormente modificar la composición de sus bancadas.


Regresan solicitudes a Jucopo

Al final, los priístas lograron que las licencias no se votaran y se regresaran a la Mesa Directiva y a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, para su análisis respectivo. Juan José Guerra Abud, coordinador parlamentario del PVEM, aseguró que los legisladores de su partido presentaron su renuncia por voluntad propia.

“Hay dos casos de mujeres que se van por motivos de salud, que no puede revelar sus nombres hasta tener su consentimiento, pero independientemente de esas razones es un derecho constitucional”, dijo.

El ecologista rechazó que el PVEM sea un partido “nodriza”. “Ni somos los primeros que lo hacemos ni es la primera vez y seguramente no será la última. No creo que seamos un partido nodriza, con los cambios sólo perderíamos una mujer”, afirmó.

En el PRI, la salida de las dos diputadas abren paso al cenecista de Chiapas, Julián Nazar, y a Guillermo Ruiz de Teresa.

Por el PVEM entrarían Alejandro del Mazo Maza, hijo de Alfredo del Mazo, además de Carlos Ezeta, Guillermo Cueva Sada, Maximino Alejandro Fernández Ávila, quien entre sus cargos se ha desempeñado como asesor de Inbursa y dirigente del Verde Ecologista en Veracruz.

Además, el diputado del Partido Verde, Álvaro Raymundo Vargas Sáenz pidió licencia para que su familiar Caritina Sáenz (una ex diputada priísta del estado de México, ahora del PVEM) tenga su curul, y Rafael Pacchiano Alamán abriría el paso a su suplente Alejandra Lagunes Soto.