FONCA:
Generación 2003-2004


He vuelto a la misma ciudad anodina que nunca dejará de ser Zacatecas, la ciudad de los artistas mediocres, de la gente de mentalidad obtusa, que no puede ver un ápice más allá de los cerros que nos rodean. Vuelvo con un costal de esperanzas y con algunas fracturas severas que terminarán por sanar al paso del tiempo. Estoy solo. Como siempre.

La primera sesión de trabajo del FONCA resultó extenuante para todos y para todas. Estoy contento, sin embargo, por haber tenido la excepcional oportunidad de convivir varios días con algunos de los y las artistas jóvenes más brillantes de este país. La experiencia ha resultado increíble. Fue un privilegio estar con las y los compañeros de Cuento, de Ensayo, de Poesía y, sobre todo, con las y los de Música (que terminaron por adoptarme en una o dos reuniones) y de quienes aprendí buena cantidad de cosas.

Fueron días muy chidos y dignos de no olvidarse. Va pues un saludo fraterno y un abrazo enorme para aquéllos y aquéllas con quienes los compartí: a mis carnales César Albarrán (Noel Unk) y Heriberto Yépez, a la encantadora y paciente Claudia Luna, al personajazo que es el buen Rubén Bonet, Pepe Rojo, esposa e hija, Sergio Téllez, Rodolfo Fonseca, Ruth García-Lago, Nadia Villafuerte, Gerardo Sifuentes, Ale Maldonado, LH Crosthwaite, Estrella del Valle, Ricardo García-Muñoz, Rafa Lemus, Pepe Leyva (gracias por otorgarme la codiciada presea, bróder), al maese Édgar Valencia, Yukitzugu y su cámara, Tavo del Nortec Collective, Ricardo Ariza, Araceli de teatro, Alejandro de ensayo, René Roquet y su valiosa ayuda en las sesiones, Lic. Angélica Muñoz y todo el staff del FONCA, Paco Alcaraz, Kenia Cano, Freddy, Sergio Valero, Sheherezade, Rubén Martínez, Rafa Couto, Carmelo, Mario de Tijuana, el maestro Saborit, el maestro Luna. En especial para la simpática Itziar Fadrique, Ernesto Illescas (gracias por el CD, bróder), Carlos López Charles (me debes el tuyo, carnal) y el buen Felipe Waller.

Muy muy muy muy muy en especial a Marisol Jiménez por esa música tan poderosa y esa pasión desmedida e incondicional hacia el arte, que intentaré imitar desde ahora. Mil gracias por tu magia e inspiración, Marisol.

À bientôt!