: ley sensenbrenner


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Ayer, 24 de marzo, mientras la secretaria de estado estadounidense, Condoleezza Rice, y el petardo de canciller mexicano Luis Ernesto Derbez platicaban de lo más tranquilos, soslayando los temas migratorios que urgían ser tratados con firmeza, en las calles de los EEUU decenas de miles de inmigrantes de origen latinoamericano, marcharon para protestar por la iniciativa de ley HR4437, mejor conocida como la “Ley Sensenbrenner”, promovida abiertamente por GW Bush.

La xenófoba Ley Sensenbrenner, una vez aprobada por el senado, contemplaría castigos severos contra las compañías que empleen mano de obra ilegal y elevaría a la categoría de delito mayor el traspasar las fronteras de EEUU sin papeles. Lo que convierte de hecho en criminales a todos aquellos inmigrantes indocumentados y legitima el que puedan ser tratados como tales. Todo aquel ciudadano que les preste asistencia (darles comida, techo, consejo legal, etc.) será condenado a cinco años de prisión. Incluso se pretende despojar a toda esta gente de los servicios públicos más básicos, volverles más dura una subsistencia que ya de por sí es difícil. Además, se propone que a las tarifas de envíos de dinero hechas por indocumentados se les sumaría una comisión del 5%. Estas remesas, recordemos, son el segundo ingreso más importante para nuestro país, sólo por debajo de lo que el petróleo representa para el PIB.

Durante el día de ayer tuvieron lugar diversas manifestaciones en varias ciudades estadounidenses. En Phoenix marcharon para protestar alrededor de 30mil personas. En California se realizaron diferentes boicots estudiantiles. En Washington está planeada otra marcha para el lunes, y hoy, en el momento que escribo esto, se está llevando a cabo una protesta multitudinaria en Los Angeles, la más grande concentración de personas que haya tenido lugar en la Costa Oeste, donde participan más de 500mil personas. La ciudad de Atlanta, por otro lado, estuvo paralizada ayer durante todo el día. Alrededor de 80mil trabajadores hispano-parlantes (en su gran mayoría mexicanos) decidieron no presentarse a trabajar en protesta por la Ley Sensenbrenner. En algunas camisetas se leía “No Somos Criminales”, pues en efecto, la iniciativa de ley HR4437, contempla rebajar a los migrantes indocumentados a la categoría de criminales.

Como sabemos, la cereza en el pastel de esta iniciativa de ley sería la construcción de una muralla a lo largo de los más de 3mil kilómetros de franja fronteriza entre EEUU y México. Esta muralla sería la segunda más grande del mundo luego de la construida por la dinastía Han en China (7mil kilómetros de longitud). Las señales que el gobierno estadounidense está mandando hacia México y el resto de Latinoamérica con estos actos, no pueden ser sino de intolerancia y de repudio. ¿Qué hace nuestro encargado de Relaciones Exteriores, qué hace nuestro gobierno en protesta por este actuar xenófobo e ignominioso? Nada. Absolutamente nada.