: vih en méxico
El día de hoy, en El Universal, leí un artículo de Carlos Monsiváis que muestra cifras alarmantes sobre la diseminación del VIH/sida entre la población mexicana. No olvidemos tampoco que la población joven del mundo es actualmente la más afectada por esta enfermedad. De la misma forma, los datos duros ponen otra vez de manifiesto la ineficacia del gobierno de este triste país para promover programas de salud preventiva efectivos y puntuales. Por favor léanlo con atención y elaboren un ejercicio crítico de conciencia. No es para nada una broma. Creo que es lo más serio que he dicho en toda mi vida. Aquí reproduzco un fragmento y aquí pueden leer el artículo completo.
"En el ya agonizante sexenio de Fox, que será recordado por la decepción y las frustraciones y la indignación que le aportó al imaginario nacional, se aletargan los recursos públicos destinados a la prevención del sida. "Ahorrar es prevenir", diría Fox si supiera algo de la técnica del refranero. La ONU recomienda dedicar 50% del presupuesto global contra la epidemia a acciones preventivas, pero el gobierno de México invierte lo mínimo en este rubro: un promedio de 10 millones de pesos anuales de un total de 360 millones para tratamientos, atención médica y burocracia. (De nuevo, datos de Letra S). Los adelantos siempre se acompañan de paréntesis trituradores. Luego de cinco años de presiones de ONG, el Congreso autoriza, sólo para prevención en 2006, un presupuesto de cien millones de pesos. No obstante, Hacienda, tan hermosa ella y tan neoliberal, se tarda seis meses en liberar los recursos, lo que dificulta su ejercicio.
¿Por qué la jactancia de Fox en San Petersburgo? Porque, ya se ha visto, él sólo puede expresarse a través de: a) anuncios de milagros a su cargo; b) regaños a los renegados que lo contradicen o cree que lo contradicen o le han dicho que le contradicen; c) pasión por los coloquialismos que hicieron época; d) demostraciones de saber aplazado o inencontrable a propósito de todos los temas. Y en los campos de la salud, la educación, la pobreza y los procesos electorales, por ejemplo, la displicencia y las ensoñaciones de Fox resultan particularmente lesivas, en el filo de la navaja entre el despliegue del desconocimiento (¡y es Presidente de la República!) y el franco choteo. ¿Cómo puede envanecerse de su hazaña (inexistente) a propósito de la enfermedad que ya dispone de 50 millones de casos en el mundo? ¿Cómo sostener que la política de salud en México frente al sida es "un caso más o menos único en el mundo"?
Las mujeres de los migrantes continúan infectándose por el machismo letal de sus compañeros; la oposición al condón de la derecha y los clérigos auspicia la irresponsabilidad de los creyentes, y la irresponsabilidad desempeña su papel fatídico. A estas alturas, faltan las grandes campañas de prevención y sensibilización, demasiadas familias y muchísimas personas siguen creyendo que el sida es "una maldición de Dios", y así haya disminuido grandemente el menosprecio a los enfermos sobre todo en la capital, en las regiones persiste porque se ha "homosexualizado" el padecimiento y el prejuicio es el cerco moralista de los enfermos. Todo esto es política de salud, sociología, lucha presupuestal, es decir, aquello que no le atañe a Vicente Fox, envuelto en su vanagloria."
-Carlos Monsiváis