: heavy metal,
guitar-heroes



para Rafa H.H.,
maestro y metalero de hueso colorado


Como seguramente se habrán dado cuenta, la frecuencia de posteo de este blog ha estado condicionada en los últimos meses por a) la chamba en la editorial, b) por el hecho de que todo lo que escribo se va a los nuevos libros, y c) por el hecho positivo de que hace varios meses no tengo internet en mi casa. En el edificio donde vivo la mayoría de mis vecinos son gringos a los que los dólares les rinden en Oaxaca cinco veces más que en su país. Ocasionalmente puedo colgarme de alguna conexión de ellos, pero eso ocurre en contadas ocasiones. Justo hoy, por ejemplo, estoy aprovechando que una texana chaira que vive al otro lado de mi departamento y que hace velitas orgánicas con ayuda de niños zapotecos para lavar su conciencia blanca e imperialista, dejó prendido su módem toda la noche. En dos semanas me corren de este edificio por no pagar la renta en dólares. Mi vecino escritor de Nueva York ofreció lo doble de renta a mis caseros y ya me pidieron entregar el departamento para dárselo a él. Así es que aquí les dedico éste que quizá sea el último post del año mientras hallo otra conexión que piratearme.

A ver... He dicho hasta el cansancio que soy un guitarrista de rock frustrado. Originalmente pensaba hacer un post con los mejores solos de guitarra de todos los tiempos, según yo. Al final decidí presentarles (ya en plena onda retro-metalera) a algunos de los guitarristas que rulearon para mí en aquella lejana época en que practicaba ocho horas al día en mi guitarra eléctrica y que ingenuamente pensaba que podría dedicarme a la música en este país sin andar hueseando en bodas ni quince años con “No rompas más, mi pobre corazón...”. (Advertencia: por favor no se asusten si ven demasiadas melenas metaleras, muchas licras, mucho spandex y mucho head-banger.) Venga de ái, puex. ¡¡¡Puro metal!!!




01. Steve Vai


Más o menos me acuerdo cuándo fue que supe por primera vez de Steve Vai. Tenía catorce años y Pire y yo íbamos al taller de música de Rafa en la prepa. Yo tenía una guitarra Hiunday que no duraba armada más de media hora y que había que pegar con Kola-Loca. Un buen día Pire llegó al taller con su colección de revistas Guitar Player. En la portada de una de ellas estaba un tipo con la guitarra más perrona que había visto en mi vida (luego sabría que era una Ibanez JEM de siete cuerdas), vestido de negro, la melena hasta la cintura, una cara de maldito como él solo, y una serpiente enredándosele en el cuello. Cuando se tienen 14 años no se necesita más para impresionarse y decidir que abjurará para siempre de la iglesia romana y que venderá el resto de su días a Satán y al heavy-metal. Al siguiente día Pire me prestó el que se convertiría en mi disco favorito durante diez años: Passion and Warfare. Sobra decir que con el tiempo me aprendí en la guitarra todas las rolas del disco. Steve Vai fue el discípulo virtuoso de Frank Zappa. A los 18 años era él quien hacía las transcripciones de sus piezas, algo para tomarse en cuenta si recordamos que el propio Pierre Boulez dirigió piezas de Frank Zappa. Su primer disco, Flexable, grabado en 1984 en una máquina de cuatro tracks, hace patente el tono lúdico y progresivo de la influencia que tuvo desde siempre Zappa en Steve Vai. Doctor honoris causa por el Berklee College of Music, Vai es hasta la fecha uno de los iconos de la guitarra del rock. Sus discos están llenos de texturas poco convencionales para el rock comercial, pasajes poli-rítmicos y una imaginería muy particular. Podría escribir páginas y páginas sobre él. Pero mejor aquí les dejo un video para no aburrirlos. Se trata de la escena del duelo final de la película Crossroads de 1986, donde Steve Vai interpreta, ni más ni menos, al Diablo.



02.Joe Satriani


Se sabe que Satriani fue maestro de Steve Vai. Amigos de la infancia, vecinos del mismo barrio italiano de Nueva York, Steve Vai reunía sus domingos para pagar las clases que daba el niño listo del vecindario: Satriani. A la fecha Satriani ha sido maestro de gran cantidad de guitarristas de rock, incluido el propio Kirk Hammet de Metallica o de Alex Skolnik de Testament, por mencionar a los más conocidos. No sé cuántas veces escuché The Extremist, ni cuántas de esas rolitas me sabía de memoria, con los ojos cerrados. Luego de noches sin dormir para aprender a tocar un solo de guitarra de Satriani sudando sangre, la verdad es que era un orgullo que a los 20 años que nadie le quitaba a uno. Si Jimi Hendrix puso las bases de cómo tocar la guitarra eléctrica, Joe Satriani vino a renovarlas con su fraseo elegante e implacable: muchos de los clichés que escuchamos hoy en día fueron inventados por él. Aquí les dejo mi solo favorito de guitarra de toda la vida y el que más me latía tocar siempre: el de The extremist. ¡Larga vida para el gran Satch!



03.Yngwie Malmsteen


En mi vida antes que Borges hubo Malmsteen. Mucho Malmsteen. Con club de fans incluido y toda la cosa. No deja de parecerme curioso que la tierra que vio nacer a ABBA (el grupo del que tuve mi primer LP a los 5 años), haya sido la misma que vio nacer al tipo que crearía una corriente completa de heavy-metal. Este sueco fue descubierto por Mike Barney, crítico de Guitar Player, cuando le envió su demo por ahí de 1982. No pasaría mucho para que Malmsteen se uniera a las filas de Alcatrazz para suplir a Steve Vai, y más tarde grabar su primer álbum como solista: The Rising Force, un nocaut para el metal salido del talento de un chamaco de 21 años y su golpeada guitarra Fender como las que venden en cualquier tienda de música de cualquier parte del mundo. En su época me creía que de veras Malmsteen había logrado lo imposible: “fusionar al rock con la música clásica”, en algo que se le conocía como “rock neo-clásico”, pero, bah..., bueno, uno es noble e ingenuo y bien intencionado cuando es adolescente. Los arpegios tonales volando por la Stratocaster y los pasajes vertiginosos por oscuras escalas menores, sus feroces ritmos de speed-metal, sin embargo, fueron junto a mi guitarra mis únicas buenas compañías durante mucho, mucho tiempo. Gracias, señor Yngwie.



04.Buckethead


No sé si Buckethead sea más bueno con la guitarra o con los nunchacos de ninja que a veces usa en los conciertos. No es una mutación provocada por los transgénicos con que son alimentados los pollos del Kentucky Fried Chicken. Tampoco de un clon del asesino de la película Halloween. Noooo... Se trata del señor con cabeza de cubeta y cara de piedra que deshace guitarras a la velocidad de la luz. La imaginería de Buckethead está plagada de ciencia ficción y temas retro-futuristas, de robots y de machetes voladores, de música electrónica, jungle y drum’n’bass. En algún número de la revista Guitar Player donde hizo su primera aparición, recuerdo que calificaban su estilo como “conducir un coche deportivo a trescientos kilómetros por hora y sin frenos”. Los arpegios barridos a una velocidad de locos, su uso del whammy pedal y su poco común sentido melódico, vuelven al señor cabeza de bacín uno de los shredders más populares de todos los tiempos. Se rumoraba que Buckethead era el alter ego enmascarado de Paul Gilbert, guitarrista de Racer X y Mr. Big, pero el tiempo y su estilo se encargaron de tumbar la leyenda urbana. Algunos de ustedes recordarán que su último proyecto conocido fue ni más ni menos que como suplente de Slash en Guns N’ Roses, hasta que Axl Rose decidió que no era tan buena idea que un músico mil veces más bueno y carismático le robara escena en los conciertos. Pero chequen el palomazo que se aventó alguna vez con Les Claypool y Primus. ¡Uf!



05.Nuno Bettencourt


Para aquellos que no lo sabían, Extreme no era sólo “More than words”, esa metal-ballad que se hizo tan nefastamente famosa entre la bandita fresa y que hasta la fecha suena en la radio todos los catorces de febrero. Extreme era un grupo de músicos bastante solventes de la década de los noventas, fundada en los últimos años de los ochentas. Gary Cherone incluso se unió una época a Van Halen para suplir al mismísimo Sammy Hagar. También es cierto que en Portugal no sólo hay buenos escritores y futbolistas, y que el único mérito de Nuno Bettencourt, el guitarrista-portugués-de-Extreme, haya sido ser pareja de Cher un tiempo. Nuno era uno de los grandes de la guitarra eléctrica. También el más carismático de su generación. Con una mezcla de funk y el rock más duro, Nuno le vino a dar sabor al metal. Ni hablar de su talento. Honor a quien honor merece. Grande, Nuno. ¡Cómo se extrañan esos buenos tiempos...! (Ah, y por cierto, el gran Nuno fue además el primero en usar las uñas de negro, para los niños “emo” que no lo sabían. Ja.)



06.John Petrucci


Otro egresado del Berklee College of Music, donde muchos hubiéramos dado un riñón o las córneas con todo el gusto del mundo para poder hacer una carrera universitaria en música. (Pero sabemos que en México nuestra universidad musical más prestigiosa es el Guitarra Fácil.) Heredero de la sangre más pura de la tradición del progresivo, Yes, Kansas, ELP o King Crimson, Petrucci fundó junto a su compañero de aulas Mike Portnoy la banda legendaria Dream Theater, que ahora resulta que es la preferida de más de un poseur. El resto es historia. Mi banda favorita durante años y años, sobre todo en la época de Kevin Moore. Ahora, en cambio, todos sus nuevos discos suenan a lo mismo. Quizá Petrucci sea el instrumentista más fino de esta lista. A lo mejor no debería decirlo, pero alguna vez intenté hacer una banda de progresivo y tocar covers de Dream Theater, pero lo cierto es que en las bodas a la gente no le hace mucha gracia que uno toque una rola de 30 minutos con 234 cambios de ritmo y solos de guitarra de 5 minutos.


07. Eddie Van Halen


El decano. El maestro de maestros. El legítimo sucesor de Jimi Hendrix. Si hay una imagen de guitarra icónica luego de la Stratocaster para zurdo quemada en el escenario por Hendrix, es esta imitación hechiza de Strat armada con partes de Kramer y terminaba en franjas negras y blancas sobre un fondo rojo. Los hermanos Van Halen llegaron a Estados Unidos vendiendo periódicos de casa en casa para poder comprarse una batería y una guitarra respectivamente. Pronto descubrieron que tenían el instrumento equivocado y el intercambio tuvo como resultado lo que ya conocemos. A los maestros del hard-rock, un dream team liderado por su frontman David Lee Roth. En los primeros conciertos de Van Halen, Eddie no daba la cara al público. El motivo era que tenía miedo que la gente descubriera el secreto del sonido de sus solos alucinantes como el de “Eruption”, la técnica llamada “two handed tapping”, que consiste en usar ambas manos sobre el diapasón para hacer una especie de efecto de pedal y alargar escalas y arpegios con legatos. A la fecha no hay metalero que no tenga un solo decente tocado así. Hasta los fresas de Moderatto (que no tocan ni en defensa propia) fingen hacerlo y copiar los clichés de Van Halen. “Eruption” es la mejor pieza para calentar los dedos o, en su defecto, hacer “air guitar” en la regadera.



08.Paul Gilbert


En sus buenos tiempos se decía que Paul Gibert no tocaba la guitarra: volaba sobre ella. Egresado del MIT de Los Angeles, Gilbert salió a la luz en “The Spotlight”, la prestigiosa columna de Mike Barney en la revista Guitar Player para nuevos talentos. Gilbert, de unos 18 años, mandó su demo para probar suerte. De allí vino Racer X y más tarde el dream team de Mr. Big, donde hacía dupla con otra leyenda del metal: Billy Sheehan. Uno años más tarde Gilbert fue sustituido por Richie Kotzen. Con todo y que Mr. Big, igual que Extreme, se volvió famoso por sus power-ballads, la verdad es que sería injusto recordarlos por eso. Rolitas como “Collorado bulldog” del disco Bump Ahead, demuestran la amplitud técnica de Gilbert. Ah, y por cierto, mi guitarra favorita durante mucho tiempo fue el modelo Paul Gilbert de Ibanez, con los hoyos efe pintados como un violín. Bastante frustrante cuando uno cargaba con una Huinday de tres varos que astillaba los dedos.



09.Shawn Lane


No tan conocido como los anteriores, pero no por eso menos talentoso, el gordito Shawn Lane puede decirse que es el hijo rockero del inglés Allan Holdsworth por sus pasajes densos y jazzeados, su legatos interminables con la mano izquierda y su flexibilidad tonal que a veces se olvida de dar concesiones a las estructuras del pop. Es legendario, por ejemplo, el CD con las jam sessions en vivo al lado del bajista sueco Jonas Hellborg, por decir algo. La primera vez que supe de Shawn Lane fue en un artículo de la revista Guitar World hace como quince años donde hablaban de su debut, la placa Powers of Ten. La historia contaba que en cierta ocasión Kirk Hammet, guitarrista de Metallica, visitó el MIT de Los Angeles para dar un seminario. Cuando pasó por uno de los salones de práctica escuchó lo que según él era el guitarrista más veloz que había escuchado en su vida. Hammet quedó impactado. Yo también. Rápido pedí por correo el video instructivo que anunciaban los cupones de las revistas de Guitar Player. Tardó meses en llegar, pero cuando tuve el VHS con las lecciones de Shawn Lane lo guardé y lo estudié como el tesoro más preciado. Han pasado siglos desde entonces... Lane ha aumentado una decena más de kilos y yo no creo poder volver a tocar una guitarra en mi vida.



10. Jennifer Batten


El mundo del heavy metal fue tradicionalmente un mundo de machos y de testosterona. El solo de guitarra más rápido y el más largo iban en proporción directa con sus obvias implicaciones fálicas. Curiosamente fue una mujer la que vino a enseñarles a estos machos peinados y maquillados como señoras cuarentonas a tocar la guitarra eléctrica. Tomando la técnica popularizada por Eddie Van Halen (el two hand tapping), Jennifer Batten la aprovechó para llevarla a sus límites. Con extensiones y secuencias de legatos tocadas con ambas manos sobre el diapasón, el sonido de la Batten era el más fluido y rico de su época, volviendo cosa de gente mayor imitar sus solos. También egresada del MIT, Batten fue famosa en los ochentas y noventas por ser la guitarrista de cabecera del rey del pop, Michael Jackson. Son de antología sus actuaciones en escena, y su solo en “Beat it” es hasta la fecha uno de los más tocados en todo el mundo. Honor a quien honor merece.



11. Richie Kotzen


Richie Kotzen fue el primero de una nueva generación de “shredders”, mucho más jóvenes, mucho más veloces, mucho más guapos, mucho más musicales y talentosos que sus hermanos mayores. Dweezil Zappa, Greg Howe, Neil Zaza y Jason Becker fueron otros miembros destacados de esta nueva camada. Eran los primeros años del internet. Bajar una canción completa significaban horas y horas con la computadora encendida. Se corría además el riesgo de que la conexión fallara y había que volver a empezar de cero. Algunos de ustedes son demasiado chamacos y no tuvieron que pasar por eso. Así es que bajar una canción entera de Richie Kotzen, el niño prodigio de 18 años del que todo mundo hablaba, el nuevo descubrimiento de Mike Barney y el fichaje más brillante de la Shrapnel Records, era todo un suceso para los fans del shred-guitar. Producido por el también jovencísimo Jason Becker y contando ni más ni menos que con el enorme Stuart Hamm en el bajo, el primer álbum de Kotzen era una cosa im-pre-sio-nan-te. Y encima tenía uno de los modelos de guitarra más perrones de la época: una Ibanez custom terminaba en un collage de portadas de la revista Monster. Humbuckers DiMarzio y toda la cosa... ¡¡Puf!! Podía pasar horas y horas escuchándolo, tratando de imitar esos arpegios súper extendidos subiendo y bajando a mil por hora sin descanso con una elegancia increíble. Lo que yo no sabía es que para esas cosas se necesita talento. Mucho talento. Sólo más tarde Kotzen se acercó de nuevo a esos niveles de shredding cuando decidió incursionar en la fusión, haciendo mancuerna con Greg Howe. Aunque poco antes cometió el tropezón de alinearse con la banda de glam-rock Poison, se redimió sin problemas al suplir a Paul Gilbert en Mr. Big durante una temporada. Se le extraña al buen Richie, el niño prodigio del heavy metal.



12. Jason Becker


Si Kotzen era el niño prodigio, Jason Becker era el genio de una nueva generación de guitarristas bajo el sello de Shrapnel. Al lado de Marty Friedman (ahora en Megadeth) fundó la banda Cacohpony y compuso varios de los himnos de un nuevo sub-género: el speed-metal. Por tristeza Jason Becker se vio pronto postrado a una silla de ruedas a causa de la esclerosis múltiple. Alguna vez hace más de una década leí una crónica de él donde contaba el gradual avance de la enfermedad y los terribles dolores que le ocasionaba cada vez que tenía que salir a tocar a un concierto con David Lee Roth, donde sustituyó ni más ni menos que al propio Steve Vai. Becker llevó a otro nivel el estilo impuesto por Malsmteen, fue un guitarrista extraordinario, un músico notable que aún estaba por dar lo mejor de sí para el rock. Ni hablar.



13.Dimebag Darrell


El rey de la sucia pocilga del metal. El guitarrista más atascado y más duro de la lista. Pero también poseedor de un fraseo súper fino y original. Nadie como Dimebag para sacarle jugo a sus amplis Randall de transistores y a su vieja guitarra Dean. Cuenta la leyenda que a los 18 Dimebag ya había ganado todos los concurso de guitarra de Texas y que le prohibieron volver a participar para darle oportunidad a los principiantes. Más tarde llamaría la atención de Dave Mustaine, recién expulsado de Metallica, para formar Megadeth. Darrell rechazó la oferta para iniciar la banda Pantera, al lado de su hermano Vinnie Paul, T Rex y el inefable Philip Anselmo. El resto de la historia ya lo conocen. En diciembre del 2004, durante un concierto en Ohio, Dimebag murió cuando un tipo se subió al escenario con una escopeta para abrir fuego contra él y su hermano.




14. Julio Revueltas


Como dicen los gringos: at last but not least, aquí les dejo un video del rockero de la dinastía Revueltas. Julio Revueltas tuvo el valor de dedicarse a hacer rock instrumental en un medio discográfico donde basofias como Maná y los Caifanes son considerados rock fino y sofisticado. Ejem... Así es que Julio se merece todos mis respetos. Julio se la rifó con un disco debut como los grandes. Pieza tras pieza De Tierra y Cielo es una obra maestra del rock nacional. Con un sonido que le toma prestado tanto a Steve Vai como a Eric Johnson, Stevie Ray Vaughan, y algunos rudimentos del jazz, Revueltas logró hacerse de una voz orgánica y propia a través de una Ibanez JEM intervenida. La primera vez que lo vi en vivo fue cuando teloneó para Steve Vai en el teatro Metropolitan. Le fue tan bien que el propio Vai le pidió que volviera al escenario para aventarse un palomazo en la rolita “Answers”. De ahí en más volví a escucharlo unas dos veces y ahora le he perdido la pista. Donde quiera que ande Revueltas, ojalá que les esté yendo chido, porque se lo merece.