: herralde, contracultura y méxico





Ayer, perdido en la madrugada por la Roma, me encontré, como una aparición, a Carlos Martínez Rentería. Y justo leo hoy su entrevista a Jorge Herralde para la edición de Día Siete del domingo pasado. Hablan brevemente, fieles a los tópicos de Carlos, de contracultura. El texto es un fragmento de esa charla para Día Siete. El video es de Canal Sur de España, con pretexto del cuadragésimo aniversario de Anagrama.







No. 469
Carlos Martínez Rentería

Carlos Martínez Rentería: ¿Qué ha cambiado sustancialmente de la política editorial inicial de Anagrama con su postura actual?

Jorge Herralde: El espíritu inicial persiste, modulando los énfasis (surfeando con el Zeitgeist, podríamos decir de forma algo rebuscada). Así en los primeros años me pareció que los prioritario era la confrontación política, la contracultura, la defensa de la sexualidad libre y del uso de las drogas (Nuestro derecho a las drogas se titulaba un libros de Thomas Szasz), y la literatura salvaje y marginal. Luego, no pocas de esas publicaciones persistieron algo más en sordina, pero empezaba la gran aventura de buscar a los mejores novelistas españoles, anglosajones y otros autores por traducir: rescate de clásicos negligidos y búsqueda de posibles clásicos del futuro. Y, como es sabido, estamos empeñados en esta última década en la promoción y difusión de excelentes escritores que están surgiendo en América Latina, sin la angustia de las influencias, sin la losa del boom, con lecturas y tendencias muy diversas. Y con resultados literariamente muy positivos.

CMR: ¿Todavía apuesta Anagrama por autores políticamente incorrectos?

JH: Sigue estando en sus genes. Como escribió Julián Barnes, “uno no puede escapar de sus huellas dactilares”.

CMR: ¿Sería este el caso de Guillermo Fadanelli?

JH: Exactamente. Y a Fadanelli lo conocí, como sabes, en la “contratista contracultura” del Mérito Editorial que me organizaste en la cantina La Mutualista, ese templo.

CMR: ¿Cómo se ha dado la relación de Anagrama con México?

JH: Óptima, in crescendo desde la primera estancia, en 1973. Hace mucho tiempo que voy a México una o dos veces al año. Y la editorial cada vez está más consolidada y tiene mayor presencia en las librerías.

CMR: ¿Cuál es tu opinión del panorama de la literatura mexicana actual?

JH: Como siempre, la mejor repuesta es el catálogo, no puedo mentir. En él están presentes, desde hace años, formidables seniors como Pitol, Monsiváis, García Ponce, Monterroso, Rossi, Zaid, Glantz o Bartra ( e incluso Rulfo con Pedro Páramo y El llano en llamas), a los que se van añadiendo escritores de generaciones más recientes: Villoro, Bellatin, Fadanelli, Enrigue, o los más juniors: Maldonado, Nettel y Ortuño.

CMR: ¿Cómo ves el futuro de Anagrama?

JH: Los futurólogos están muy de baja, los profetas se esconden precavidamente bajo tierra.

CMR: ¿Qué le ha faltado hacer a Jorge Herralde después de ganar tantas batallas?

JH: Déjame pensarlo.

CMR: ¿Sigue siendo Jorge Herralde un contracultural?

JH: Aunque la contracultura propiamente dicha invadió una época determinada, en los sesenta, han proliferado derivaciones. Imagino que en mi caso persisten fibras, síntomas, ecos.

CMR: ¿Estarás en México para celebrar aquí los 40 años de Anagrama?

JH: Visitaré México al menos dos veces. En septiembre, para celebrar los 75 años del Fondo de Cultura Económica, y en noviembre en la Feria de Guadalajara, para nuestros y otros festejos.

CMR: ¿Qué planes tiene Jorge Herralde para celebrar sus 40 años como editor?

JH: Demasiados, una maratón, con fiestas en Barcelona, Bogotá, Guadalajara, Buenos Aires y Santiago.