: jelipillo, gomezpunk, arce,
slim y ramoncito morales







Los discursos presidenciales suelen generarme formas intensas de narcolepsia, pero en esta ocasión Jelipillo se pasó de rosca. Una maravilla discursiva que supera con creces los humanistas alegatos de Esteban Arce, al que ahora, en un arrebato democrático, le dio por mandar entrevistar a los curas de las más ínfimas geografías del México profundo para que apoyen sus teorías medievalistas sobre la anormalidad animal de los homosexuales. Arce afirma categórico que no sólo no es homofóbico, sino que 60 por ciento de la población lo apoya, dato sacado de las mismas encuestadoras que plantean que Jelipillo está en su más alto nivel de popularidad.

Como quiera que sea, lo que más me pudo del mensaje de Calderón fue el momento en que habla del futuro promisorio que le depara a México, a pesar de las adversidades y la crisis (él, claro, como López Portillo, es responsable del timón pero no de la tormenta que nos atormenta). Me conmovió tanto que casi salgo a cazar resentidos sociales de esos que gustan retorcerse en las miasmas del pesimismo.

Mi espíritu se llenó de luz, y donde veo aumentos de precios y vorágines inflacionarias, encuentro posibilidades para el ejercicio de la dieta forzosa con el fin de recuperar mi viejo look de varita de nardo. Donde escucho balaceras y matanzas, pienso en un programa federal para la regulación de la densidad poblacional. Y cuando contemplo a Vergara correr a Ramoncito Morales de las Chivas —el único jugador que le ha dado dignidad a ese equipo— pienso que es en realidad un homenaje a la gentileza con la que Javier Lozano organizó la requisa en forma de toma momentánea de Luz y Fuerza del Centro.

Bueno, estoy tan exultante que me dieron ganas de exigir más impuestos para que nuestro espíritu de sacrificio no sea pervertido.

Estoy tan comprometido con el natural optimismo de Jelipillo, que hasta cuando Peña Nieto sale a la palestra para exigirle al gobierno que explique las alzas (¡Ay, mi vido, se le olvidó que el PRI dejó pasar los goles hacendarios blanquiazules como la defensa del Cruz Azul se dejó golear en la final con el Monterrey!), que veo con ternura sus dudas existenciales.

Además, no puedo sino estar agradecido por la lucha en el lodo que nos han regalado Manlio Fabio Superstar, Jelipillo, Matrix Paredes y el inenarrable Gomezpunk. Deberían presentarse en la Arena México.

Pero lo que me hace reforzar más mi fe en la administración calderónica, es que bajo los estertores de la peor crisis imaginable, Carlos Slim se volvió 35 por ciento más multimillonario.

Con un mexicano que le vaya bien, basta.