: ¿quién mató a josefina reyes?
Cipriana Jurado, defensora de derechos humanos, directora del Centro de Investigación y Solidaridad Obrera de Ciudad Juárez, puede morir. Este es un llamado preventivo a los responsables de imponer el estado de derecho. No es necesario que Cipriana sufra el infortunio de Josefina Reyes, asesinada el domingo pasado en su negocio de venta de barbacoa, en el ejido El Sauzal, en la zona agrícola del Valle de Juárez.
Cipriana Jurado retrata a Josefina Reyes: “Surgió como activista civil el año pasado, luego de una huelga de hambre frente a las oficinas de la PGR; exigía la aparición de su hijo Miguel Ángel Reyes Salazar, levantado por militares. Al otro, ya se lo habían matado”.
En agosto de 2009, Josefina y Cipriana participaron en el Foro Contra la Militarización y la Represión en Ciudad Juárez; el 21 de agosto marcharon contra la represión, la violencia y las crecientes violaciones de derechos humanos en el combate al narco; fueron intimidadas por un comando militar; Josefina, ex regidora del PRD en Guadalupe, Distrito Bravo, denunció ése y otros abusos. Según testigos, el domingo un grupo de hombres (¿?) armados la amenazó: “Te crees muy chingona porque estás con las organizaciones (¿?)”; Josefina no pudo defenderse; la asesinaron de un disparo en la cabeza. Amnistía Internacional denuncia que otros defensores en Juárez, miembros de la Coordinación de Organizaciones de la Sociedad Civil, están en riesgo; Cipriana Jurado encabeza la lista.
México padece una creciente espiral de violencia; los medios han reportado más de 15 mil 500 asesinatos relacionados con el narco en el sexenio. El gobierno de Calderón ha desplegado 50 mil efectivos, entre militares y policías federales. La violencia no ha disminuido. Sólo en Juárez… sólo en 2009, se contaron 2 mil 79 muertos por esta “guerra”; en ocho días, van 40.
Según la CNDH, las denuncias por los abusos de militares han aumentado seis veces entre 2006 y 2008. ¿Cuáles abusos? Homicidios extrajudiciales; desaparición de personas; privación ilegal de la libertad; tortura; lesiones; daños; robos hasta de comida; allanamiento de morada; detenciones arbitrarias; cateos ilegales. Al final, las denuncias son investigadas y juzgadas por el propio sistema militar, como secretos de Estado; cabe la sospecha.
Los juarenses demandan una investigación exhaustiva e imparcial del homicidio de Josefina Reyes; las víctimas y sus familiares reclaman justicia. ¿Quién mató a Josefina? Quizá los mismos que pueden evitar la muerte de Cipriana.