: la isla presidencial
Los guionistas de una parodia política animada que le está dando la vuelta al mundo a través de Youtube fueron incapaces de encontrar la forma de escribirle al presidente de México, Felipe Calderón, una sola línea.
“El presidente Calderón es difícil de escribir y más para un extranjero porque es muy plano, pero quizás se haga algo con él relacionado al narco, los zetas, algo relacionado a eso”, explica Juan Ravell, uno de los creadores de la animación “La Isla Presidencial”.
Ver a los presidentes más desamparados que a su propio pueblo es la idea que llevó al equipo del “Chigüire Bipolar” a crear “Isla Presidencial”, serie animada inspirada en “Lost” en la que 12 mandatarios naufragan en una isla y deben ponerse de acuerdo para sobrevivir.
En la serie, la batuta la lleva Chávez, el presidente venezolano dicta órdenes aunque sólo le hace caso hace Evo Morales y Uribe es su antagonista. Cristina Kirchner aparece como una bomba sexual y Michelle Bachelet es una solterona virgen. Lula es un líder natural y carismático que inicia la aventura al invitar a los presidentes a pasear en un barco para celebrar el término de una cumbre iberoamericana.
Los defectos y virtudes de cada presidente son magnificados. Felipe Calderón aparece sólo de “extra”, sin un solo diálogo en la serie creada en Venezuela por Oswaldo Graziani, Alvaro Mora y Juan Andrés Ravell, hijo del ex director de la cadena Globovisión.
Estos jóvenes crearon en 2007 la serie “Nada que ver” en la que también caricaturizaban a los presidentes latinoamericanos y que transmitía el canal Sony Entertainment Television, sacada del aire después de transmitir un capítulo en que los presidentes se quejan de que la llegada de Michelle Bachelett ha transformado las cumbres presidenciales.
En ese momento, junio de 2007, comenzaron la planeación de la nueva serie, que fue lanzada por Internet la semana pasada y ya supera las 122 mil visitas en Youtube.
Juan Ravell explica que los siguientes dos capítulos están en producción y lanzarán mensualmente al menos cuatro más. Reconoce no saber a dónde irá la serie, pues los políticos son comediantes involuntarios y cada semana les dan material nuevo. "Nuestros presidentes son tan pintorescos, que había que aprovecharlo", finaliza Ravell.