libros del mes
Coto vedado
En los reinos de taifa
Juan Goytisolo


Primera y segunda entregas, respectivamente, de su autobiografía, publicadas en 1985 y 1986. Confienso que no conocía la obra de Goytisolo; llegué a él cortesía del buen Jorge Harmodio, quien a su vez lo conoció personalmente en París y más tarde lo visitaría en Marraquech. Este gran maestro y estilista del castellano (aunque catalán de nacimiento), me ha devuelto a ese asombro y respeto que siempre le he profesado a nuestra lengua por su riqueza y flexibilidad. Amén de su nivel de compromiso con el oficio de escritor y con sus férreos ideales, que le costaron basantes penurias (y que de paso me abren los ojos ante lo anodino y destemplado de mi generación y me hacen renegar por momentos de ella en su generalidad). Por estas páginas desfilan indistintamente su hermano Luis, Semprún, Barral, Beauvoir, Sartre, Genet, Barthes, etc. A partir de ahora, don Goytisolo se ha granjeado un lector fiel en mí. Después de leer estas memorias sólo quedan ganas de hacer dos cosas: a) largarse a París, b) sentarse a escribir novelas como poseso.

cd del mes
Saint Germain-des-Prés Café I, II, III y IV
Selecciones de lo mejor del "electro jazz" que hacen recordar con nostalgia las largas caminatas por Saint Germain, sus cafés y sus galerías.


estacn del mes
Reactor 105 fm
Aunque en realidad sólo tiene un mes... En el cuadrante de Órbita y perteneciente a IMER., erguida sobre las cenizas de Radioactivo. Buena selección de lo más nuevo del rock, con especial énfasis en el panorama nacional. Julio y el Sopitas vuelven amenas esas tardes solitarias en el DF. Declaro que profeso cierto amor platónico por Ariadna Montañez, de quien sólo conozco la voz.




pecula del mes
Closer
Una película perfecta que habla de la rapacidad del ser humano y de la propensión y facilidad con que podemos dañar a quienes más amamos. Cualquier parecido con mi realidad es... mera coincidencia.



* * *

dos certezas y

un descubrimiento
1. El DF se disfruta mucho más cuando los chilangos se van de vacaciones. El centro histórico por las noches es un lugar majestuoso para recorrerlo a pie con algo de música en los discman. La estridencia de la mezcolanza entre el art-decó, lo colonial y los refritos parisinos hacen que nada se le compare a esta ciudad.

2. El DF es la ciudad más sucia que he conocido. Es un muladar que se renueva todos los días. La gente vive (literalmente) en un basurero gigantesco. Toneladas y toneladas de basura se producen sin medida. Aquí la educación de la gente al respecto es nula: la basura se tira con toda flagrancia en la calle porque no hay otro lugar y porque a la banda le importa poco. No existen depósitos de basura en las calles y el servicio de limpia es a todas luces insuficiente.

3. Desde que llegué al DF estuve buscando la Galería Kurimanzutto, lugar que vio las primeras exposiciones del autonominado Taller General, de Gabriel Orozco y Damián Ortega, entre otros, dos de mis artistas contemporáneos favoritos. ¡Cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta este día que la Kurimanzutto está ubicada justo en el mismo edificio donde vivo! Parece que hay que hacer cita... ejem. Ya veremos.