velvet revolver:
una temporada
La alineación que se reúne en este nuevo proyecto de tres ex Guns N’ Roses parece ser de ensueño para cualquier fanático del rock. Su primer álbum, Contraband, y su primer sencillo y video, “Slither”, ya están en circulación, al tiempo que comienzan una ambiciosa gira por su país. Sin embargo, todo puede derrumbárseles a Slash y compañía en un solo segundo, pues nadie puede predecir cuánto tiempo durará sobrio su problemático vocalista Scott Weiland luego de su más reciente desintoxicación.
“Contraband es una auténtica representación de las mejores cualidades de la música de los STP y de Guns N’ Roses cuando estaban en su mejor momento. Es un matrimonio perfecto entre ambas”. Weiland.
Es una noche aparentemente sin trasiego en el Sunset Boulevard. Adentro del lugar, en The Roxy, algo grande está por suceder. Se respira un ambiente de incertidumbre, de tensión incluso. Son pocos los afortunados que presencian el evento: un concierto privado antes de comenzar la primer gira de su historia como banda. De pronto se apagan las luces y reina el silencio sobre lo que antes era barullo. Sobre el escenario, justo frente al micrófono, se planta con gran presencia un hombre de cabellos desaliñados, delgadísimo y pálido, de movimientos casi andróginos, un hombre que ha pisado los infiernos en más de una ocasión, que le ha pisado la cola al demonio y que ha salido huyendo sin ser atrapado. Se trata de un hombre que ha caído en abismos por los que muy pocos han viajado y vuelto para hablar de ello. Esa noche ha decidido volver al mundo terreno, plantarse con valor, con las botas llenas de tierra y lodo del averno pero bien puestas para guiar a su banda, a su nueva banda. “¡Como en los viejos tiempos, Scott! ¡Hazlo por los viejos tiempos!”, alguien podría haberle gritado desde el público al reconocer su silueta, mucho más flaca y demacrada que en otra época. Detrás, entre el humo y la luz mortecina de los reflectores, está cuarteto de rockeros tan curtidos como él mismo, sus nuevos compañeros de batalla. La caballería pesada ha llegado y su líder puede presumir que ya no le teme a nada, ni a la muerte. Sus ojos están encendidos por el fuego y sus venas son inmunes a cualquier veneno.
Los bulbos de las cabezas de los amplis Marshall están a punto de hervir de tanto poder. La maltratada guitarra Les Paul se asoma en manos de un viejo conocido. El fraseo rítmico contundente y agresivo no puede ser de otro que de Slash, por quien el tiempo parece no haber pasado en absoluto, lo mismo que para Duff McKagan. Desde la batería un furioso y corpulento Matt Sorum vapulea los tambores. A estos tres ex gunners, a estos tres pistoleros se le ha unido Dave Kushner (ex Suicidal Tendencies) en la guitarra rítmica. La rola con la que abren es “Slither” y la banda no es otra que Velvet Revolver. “Slither”, cuyo video ya circula desde el pasado primero de mayo, es el primer sencillo de su placa Contraband --lanzada al mercado el 8 de junio-- por la que tanto esperamos muchos y que creímos que jamás saldría, pues, además de su adicción a la heroína, es bien conocido el carácter conflictivo y voluble de su vocalista Scott Weiland desde la era de los Stone Temple Pilots (era que los hermanos Dean y Robert DeLeo decidieron cortar con él por lo sano luego de diez años de historia juntos).
Una banda de ensueño: Scott Weiland vuelve del infierno para ponerse al frente de cuatro rockeros legendarios
¿Cómo surgió la idea de los tres ex gunners de reagruparse? Todo comenzó en abril del 2002, cuando Slash, Matt Sorum y Duff McKagan se reunieron luego de mucho tiempo para tocar en un tributo a Randy Castillo. Contentos con los resultados del palomazo, recordando los viejos tiempos, decidieron colocar anuncios anónimos en varias revistas de rock buscando un vocalista. Entre los nombres que se mencionaron para ocupar el puesto de vocalista de Velvet Revolver se encontraban Sebastian Bach (Skid Row), Travis Meeks (Days of the new) y el indescriptible y versátil Mike Patton (ex Faith no more) que fue invitado por Slash a audicionar pero que al final rechazó la oferta. En octubre de ese mismo año, Slash se entrevistó con Scott Weiland, pero las pláticas no prosperaron porque él aún se encontraba con Stone Temple Pilots, en medio de una tormenta. Para esas fechas se confirmó la inclusión de Dave Kushner como segundo guitarrista. Finalmente en abril del 2003 Weiland se une al proyecto de banda, anunciada como Reloaded. En junio cambian el nombre al actual y tienen su primera presentación formal con el material que tenían hasta entonces compuesto para el álbum Contraband.
Todo marchaba viento en popa hasta octubre de ese año, cuando Weiland fue detenido por conducir bajo influjo de alcohol y drogas, además de huir al arresto y ocasionar una colisión de vehículos; fue inculpado también por posesión de heroína. Los rumores del público y la prensa no se hicieron esperar. Todos fueron pesimistas. La prensa especializada dejó ir toda su artillería contra Weiland: los que antes lo alabaron no dejaron pasar la oportunidad de su recaída en la heroína para hacer carroña de él, como aves de rapiña sobre un cadáver. Fue así que la producción de Contraband avanzó a pasos lentos y con infinidad de tropiezos. A la agrupación recién formada muchos le pronosticaron el fin aún antes de lanzar su primer trabajo discográfico. Velvet Revolver (cuya canción “Set me free” generó enormes expectativas al aparecer en el sountrack de Hulk, junto su cover de “Money” de Pink Floyd en la banda sonora de The italian job) no había podido salir de gira con el material de su primer álbum por varias razones, entre ellas el pequeño detalle de que un juez de California sentenció a Weiland a ingresar a un centro de rehabilitación y le prohibió abandonar el estado, todo tras su arresto. La sentencia, sin embargo, se ha cumplido satisfactoriamente y la banda a estas fechas ya está pisando las carreteras de EEUU. Pero vale la pena mencionar que quizá la paciencia de la nueva banda de Weiland no sea tan grande como la fue la de sus amigos de STP, pues el propio Slash llegó a declarar que Velvet Revolver (a fin de cuentas una banda sólida por sí misma) saldría de gira “con o sin Scott Weiland”. ¿Cuánto serán capaces de aguantarle sus nuevos compañeros?
El propio Slash –que se ha mostrado muy optimista ante la recuperación del cantante-- ha anunciado que el repertorio de Velvet Revolver, además de “Slither”, “Set me free”, “Big machine”, “Sucker train blues” y los demás tracks de Contraband, incluirá en la gira rolas tanto de Guns N’ Roses como de Stone Temple Pilots, lo que volverá doblemente atractivo verlos en escena, pues la esencia del grupo conserva mayor parte de la original que la de Axl Rose (cuyo anunciado álbum Chinese Democracy parece que jamás verá la luz).
Sólo queda una pregunta en el aire que, sin ser pesimistas, todo mundo se está haciendo: ¿cuánto tiempo aguatará Weiland desintoxicado? Responder a esa pregunta, muy probablemente, será responder a muchas otras referentes al destino de la banda. Velvet Revolver, no cabe duda, es una súper agrupación que, no obstante, puede derrumbarse estrepitosamente con la mínima ventisca, pues se sostiene sobre un pilar tan valioso como débil e impredecible: Scott Weiland.
Mike Patton (ex vocalista de Faith no more) fue a quien originalmente invitó Slash para formar parte de la banda, pero éste rechazó el ofrecimiento
Mucho se especuló y se habló de más en los medios sobre el éxito o el fracaso del nuevo proyecto musical de Slash y compañía. La prensa especializada no se anduvo con reparos a la hora de elaborar pronósticos, pues han considerado que Velvet Revolver sólo tiene dos destinos posibles: 1)su ascenso inmediato y un lugar asegurado entre las mejores bandas de rock de todos los tiempos, o 2)un fracaso contundente y su rápido descenso a las tierras del olvido, donde tantos proyectos conjuntos ahora descansan en paz. Lo cierto es que Slash, vocero del grupo, ha dicho que no ha puesto atención en todos esas especulaciones de la prensa. Se ha mostrado tranquilo, confiado en el álbum como tal y, con toda la calma del mundo, ha llegado a decir que “para ser honesto, ni siquiera sabía que se hubiera levantado tanto alboroto alrededor de la banda. A nosotros sólo nos interesaba trabajar en Contraband. Sabemos que es un gran álbum.” Los miembros de Velvet Revolver se aislaron del mundo para meterse de lleno al proceso creativo, tanto así que compusieron un total cincuenta canciones, de las cuales más de treinta, obviamente, quedaron fuera del disco. El nuevo proyecto de Slash, según él mismo, lo tiene en un lugar que hace años no había estado: en la felicidad de formar parte de una buena banda de rock. El grupo se encuentra animado ante lo que será su primer concierto masivo, el próximo 31 de julio, durante el festival Rolling Rock Town Fair Five, a la que fueron invitados para estrenar las rolas de Contraband aún antes de que saliera al mercado. Esto habla de la gran expectativa que se generó a su alrededor. Otros invitados al evento son Staind, Disturbed, Sevendust, Finch, Hoobastank y Crystal Method. Por otro lado, los boletos para la gira por EEUU de Velvet Revolver se han agotado. Para el primer concierto de Los Angeles el boletaje completo se vendió en dos minutos.
Slash ha dicho que durante la gira, además de las canciones del álbum, tocarán rolas tanto de Guns N’ Roses como de Stone Temple Pilots
El álbum fue producido por los miembros de propia banda –que ya tienen un colmillo largo y retorcido en el estudio de grabación-- en colaboración con el productor Josh Abraham, quien ha trabajado con bandas tan disímiles como Limp Bizkit, Orgy, Coal Chamber, Depeche Mode, Powerman 5000, Staind y Ice Cube. Por lo tanto la elección de Josh Abraham, un productor joven, indica que las intenciones de Velvet Revolver son darle nuevos aires al rock de la vieja escuela, lo cual habla bastante bien de ellos.
El proceso de selección para el CD fue arduo, pues hubo que elegir entre cincuenta canciones que habían compuesto para formar la lista final de sólo doce. La docena no pudo haber sido más selecta, y la componen: “Slither”, “Headspace”, “Falling to pieces”, “Superhuman”, “Illegal eye”, “Big machine”, “Do it for the kids”, “Loving the alien (sometimes)”, “Set me free”, “Spectacle”, “Suckertrain blues” y “You got no right”.
© Tryno Maldonado
2004, Revista Switch