: taraf de haidouks



Los tarafs son los ensambles musicales quizá más típicos y conocidos de entre las bandas de gitanos. Las llanuras de Walachia, en el sur de Rumania, han sido la cuna tradicional de los tarafs. La función de la música de los tarafs y sus danzas es celebrar el hecho de estar vivos, de darle voz a su eterna errancia y ser la memoria viva de su gente. Si hubiera que elegir una música para hablar de las fronteras, nadie dudaría que la de los gitanos es la más indicada. Las letras de los tarafs suelen hablar de las figuras mitificadas de los haidouks, que en realidad no fueron otra cosa que bandidos y guerrilleros de los Balcanes que robaron y combatieron contra los otomanos en los siglos XVIII y XIX. El estricto código ético de los haidouks y su lucha contra los opresores de su pueblo, les ganó esa aura de héroes que hasta la fecha es recordada con gratitud en su música. De esta forma, imaginarse un taraf cuyos integrantes se llamen a sí mismos haidouks, parecería de inicio pretencioso, pero este afamado ensamble ha sabido ganarse a pulso su propio título desde su debut discográfico, en 1988. Es frecuente hallar críticas que los cataloguen como “el mejor grupo gitano del mundo”. En Band of gypsies, álbum en vivo grabado en Bucarest, Taraf de Haidouks ha decidido ir aun más allá de sus propias fronteras, expandir su rica paleta de sonidos echando mano de colaboraciones de músicos de otros países balcánicos, tales como un ensamble de metales Bulgaria, un clarinete de Macedonia y las típicas percusiones de Turquía. El resultado es notable: texturas sonoras enriquecidas y llenas de una increíble fuerza vital. Cada pieza de Taraf de Haidouks es una joya difícil de hallar en estos tiempos de música artificiosa y de fórmulas probadas, además de una gratísima sorpresa para nuestros oídos llenos de tedio.
(c) 2005 Tryno Maldonado
Revista Complot