: extrañamos tanto a changoleón


El Changoleón en acción.

Extraño aquellas tardes de cotorreo en el centro de Coyoacán con el buen Changoleón, que desde hace tiempo se ha vuelto toda una celebridad gracias a la televisión nacional. Extraño verlo ligar morras como todo un rockstar, invitarle una coca-cola para acompañar su panalito de tequila o mezcal, o simplemente sentarme a escuchar ese torrente de sabiduría suya. Un buen día que se sentó a mi lado me animé a preguntarle finalmente por qué le decían el "Chango-León", a lo que sin dudar respondió con un tremendo aliento alcohólico: "Ah, está re-fácil, manito... ¡Porque soy chango y porque soy león!" Quizá no muy en el fondo sólo lo extrañe porque me recuerda sospechosamente a mi padre... No sé... No sé...