: méxico yéndose al suelo





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Hace unas dos horas, mientras todos los medios se encargaban de no perder detalle del transcurso de las elecciones de EEUU, de pronto la noticia sacudió a México. Un jet se estrelló en plena Ciudad de México, a la altura de la exclusiva zona residencial de Las Lomas, sobre el Paseo de la Reforma. Entre la confusión y el desorden, poco a poco se confirmó el rumor: el segundo funcionario público en importancia del país murió en el accidente. Juan Camilo Mouriño, Secretario de Gobernación y uno de los mejores amigos de Felipe Calderón. Horario estelar. Día estelar. Lugar estelar. Una de las dos versiones de información afirma que el avión de la Secretaria de Gobernación, proveniente de San Luis Potosí luego de poner en marcha el Acuerdo Nacional de Seguridad, explotó en el aire. Ninguno de los 8 pasajeros sobrevivió, entre ellos José Luis Santiago Vasconcelos, funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública. El país está en shock. Ahora vendrán las teorías conspiratorias, entre ellas la más tremendista: ni Obama, ni McCain se llevaron el día, al menos no en nuestro país. El narco (?) vaya que sí. Si la cosa en México estaba jodida, ahora sí se puso bueno. En el mensaje nervioso a la nación que dio hace unos minutos el presidente Felipe Calderón en cadena nacional subyace otro mensaje implícito: la exortación a seguir la "pelea", a no claudicar. La posibilidad de un atentado no está en absoluto exenta y es quizá la primera que ronda en el imaginario colectivo nacional.