: vivir como rey del erario público,
sistema nacional de creadores de arte





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Los dispendios del FONCA
Blanca González Rosas
Fecha:2009-08-08


La publicación, el pasado 31 de julio, de la 13 edición de las becas del Sistema Nacional de Creadores evidenció no sólo la irresponsabilidad del sistema gubernamental de la cultura, sino también la falta de solidaridad social que manifiestan numerosos artistas. Subvencionados vergonzosamente por la ciudadanía, los creadores visuales beneficiados con los estímulos deberían hacer públicos los argumentos que los llevaron a solicitar las codiciadas becas. Deberían hacer públicos los precios de sus obras, el monto total que venden al año, el número de viajes que realizan, el número y costo del personal que los apoya en su taller y su casa, el predial o renta que pagan por su vivienda, el tipo de automóvil que manejan y, muy especialmente, la colonia en la que viven.

Si los ciudadanos supieran que algunos de los artistas que reciben del erario 24 mil 660 pesos durante tres años (295 mil 920 pesos anuales y 887 mil 760 en tres años) viajan constantemente al extranjero y viven en San Ángel o en las Lomas de Chapultepec, ¿estarían de acuerdo en regalarles esas cantidades sin ningún compromiso?

Instauradas en 1993 como parte de las políticas del gobierno del expresidente priista Carlos Salinas de Gortari, las becas del Sistema Nacional de Creadores –al igual que las becas eméritas– son unas de las políticas más dañinas, injustas y perversas de todo el sistema político nacional.

Definidas con un monto de 15 salarios mínimos por mes, estas becas se caracterizan no sólo por su falta de beneficio social, sino también por su carencia de límites, ya que pueden solicitarse cuantas veces lo desee el artista y otorgarse cuantas veces lo decida el comité seleccionador. Recibidas aproximadamente por 200 artistas nacidos entre las pasadas décadas de los años treinta y setenta del siglo XX, las becas demuestran la existencia de una comunidad que no ha podido desprenderse del amiguismo y paternalismo cultural que instauró el régimen priista. En ese contexto, una de las peores características del Sistema Nacional de Creadores es su posibilidad de repetirse. Constituidas para darse por un período de tres años, de 1993 a 2002, podían renovarse casi automáticamente con sólo la presentación del reporte del proyecto. En 2002, ese procedimiento de renovación se suspendió determinándose que, después de cada período, los artistas debían esperar un año antes de volver a presentar su solicitud. Sin embargo, los creadores que obtuvieron el beneficio antes de 2002 pudieron renovar la beca debido a que las normativas no ejercen de manera retroactiva. Aun cuando se carece de un sistema de información transparente que permita conocer el nombre de los artistas que gozaron de la renovación de los estímulos de 1993 a 2000, la lista de beneficiados sorprende tanto por los nombres como por la cantidad de repeticiones.

Con base en los listados, varias veces la han obtenido, entre otros: Graciela Iturbide, Arnaldo Coen, Philip Bragar, Yolanda Andrade, Eloy Tarcisio, Alberto Castro Leñero, Francisco Castro Leñero, Irma Palacios, Betsabée Romero, Manuela Generali, Saúl Kaminer, Flor Minor, Fernando Leal Audirac, Gabriel Macotela, Manuel Marín, Nunik Sauret, Lucinda Urrusti, Beatriz Zamora, Marta Palau, Carla Rippey, Roberto Parodi. En la edición 2008, que se acaba de otorgar y que durará hasta 2011, los artistas que ya la han tenido en otras ocasiones son Jordi Boldó, Raúl Herrera, Eniac Martínez, Francisco Mata, Mario Reyes, Paloma Torres y Roberto Turnbull.

Considerando que estas becas fueron instituidas como un estímulo a la creación y no como una subvención o seguro de desempleo, es muy cuestionable la pertinencia de su repetición, ya que además excluye a otros artistas evidenciando la gremialidad que impera en el escenario. Si Consuelo Sáizar, en su carácter de presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, tuviera realmente el interés político de sanar la administración gubernamental de la cultura, un inicio positivo sería la sustitución del Sistema Nacional de Creadores por la creación de programas que, con base en la definición de la función social del arte y de los artistas, activara tanto la puesta en valor del arte contemporáneo mexicano como su comercialización.

Por lo pronto, sería conveniente que se diera a conocer el número de veces que ha gozado cada artista de la beca y, también, que se restringieran los beneficios con base en la capacidad económica de los creadores.




Los privilegiados

Los siguientes grupos de creadores en la disciplina de Artes Visuales que a partir de 2000 han tenido la beca del Sistema Nacional de Creadores del Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes) durante más de tres años, son los siguientes:

–Los que ingresaron en la emisión 2000 y que obtuvieron su reingreso en la 2003, disfrutando de la beca durante 6 años, de 2000 a 2006: Ernesto Álvarez, Luis Argudín, Jordi Boldó, Mónica Castillo, Oweena Camilla Fogarty, Ismael Guardado, Arturo Guerrero, Yishai Jusidman, Marisa Lara, Rocío Maldonado, María Teresa Margolles, Eniac Martínez, Francisco Mata Rosas, Alfonso Mena, Ambra Polidori, Roberto Rébora, Luciano Spanó, Mary Sutart, Diego Toledo, Paloma Torres, Roberto Turnbull, Antonio Turok.

–Aquellos que ingresaron en la emisión 2001 y que obtuvieron su reingreso en la emisión 2004, disfrutando de la beca durante 6 años, de 2001 a 2007: Per Anderson, Pía Elizondo, Beatriz Ezban, Bela Gold, Javier Hinojosa, Patricia Lagarde, Marco Tulio Lamoyi, Jesús Lugo, David Maawad, César Martínez, Gustavo Monroy, Teresa Morán, Mario Núñez, Maribel Portela, Georgina Quintana, Oscar Ratto, Armando Romero, Pablo Rulfo, Germán Venegas, Vida Yovanovich.

–Y por último esos que ingresaron en la emisión 2008 –que se dio a conocer el pasado viernes 31 de julio– y que, al haber tenido la beca durante 6 años, de 2000 a 2006, la tendrán durante 9: Jordi Boldó, Eniac Martínez, Francisco Mata Rosas, Paloma Torres, Roberto Turnbull.

(Fuente: Fondo Nacional para la Cultura y las Artes).



Proceso, No. 1710
-Blanca González Rosas