: heavy metal in baghdad
Mientras el flamante Premio Nobel de la Paz aprobaba esta semana el presupuesto militar más grande de la historia de la humanidad, en lugares como Afganistán (a donde él ha enviado 21,000 tropas de refuerzo para continuar la masacre) o en la devastada Irak, la vida continúa. Y la música de la gente más joven con ella. Heavy Metal in Baghdad (2007), documental producido por Spike Jonze y dirigido por Eddy Moretti y Suroosh Alvi para Vice Films, da testimonio de esto. Acrassicauda es la única banda iraquí de heavy metal, que fue objeto de un artículo en la revista Vice ("No War For Heavy Metal", 2004) y que, luego de darle seguimiento durante 3 años, fue trasladada como documental a la pantalla por el equipo de filmación de la revista. Acrassicauda, como yo y algunos amigos, pertenece a una generación que pudo aprender su parco inglés no en una escuela sino escuchando los discos de Metallica, Iron Maiden o Slayer en un país donde llevar una playera de una banda de metal, traer el cabello largo o hacer head-banging puede valer la cárcel y hasta la cadena perpetua. Y si uno es joven, está lleno de rabia y energía y tu país está vuelto un escenario post-apocalíptico por la gente que lo ha venido a "pacificar" con la maquinaria beligerante más grande y sanguinaria del mundo y recibe premios por ello, a ti, en cambio, en resumidas cuentas no te quedan muchas opciones: o salir a matar a alguien o pegarle con toda tu fuerza al doble bombo. Que en Venezuela vayan preparando las guitarras y subiendo el volumen de los amplificadores, porque las bases militares de Obama en Colombia ya empiezan a afinar para su nuevo concierto que seguramente valdrá otro Nobel.
Heavy Metal in Baghdad, 2007.